De cuando uno se “tira” literalmente una amistad

“Los amigos no se tocan ni con el pétalo de una rosa, ni con la boca, ni con las manos, ni con nada”
Proverbio Martiniano

Algunos dicen que las mejores relaciones empiezan cuando son amigos desde antes, SÍ y NO; sí porque con un amigo es más rico compartir y tener algo; hay más confianza. No, porque cuando lo sabes todo de esa persona es muy fácil descubrir qué siente y que no. Y ahí es donde: a la mierda la amistad.

A lo largo de mi corta vida he perdido a dos grandes amigos, de esos que me hubiera gustado ver de vieja, esos con los que compartía todo y no me daba pena nada. A esos a los que hubiera invitado a mi ceremonia de unión marital, o haberlos nombrado padrinos de algo lo que fuera que necesitara de este título. De ambos escuchaba historias de amor y desamor, a ambos les di consejos y ambos me decían: “no confíes en ningún man”. Las veces que he intentado recordar por qué me metí con ellos, siempre concluyo que fue por idiota; con uno el amor me duró dos años, con el segundo dos meses. Saldo de la contienda: La amistad perdió.



Algunos dirán que estas relaciones terminan mal dependiendo de la madurez de los involucrados y pues sí, he dado con puros inmaduros que refuerzan mi inmadurez innata. Porque entre “por encima de todo, somos amigos” y “te amo más porque eres mi amiga” es que se acaba todo cuando uno de los dos dice: creo que nos va mejor siendo amigos. Y ahí es cuando uno lo intenta, en serio uno pone todo de sí para que funcione, pero después de un tiempo te das cuenta de que ya no tienen nada de que hablar, ya no puedes pedirle consejo para un date o simplemente el muy idiota se portó tan mal que ya ni buena suerte le deseas.


Por esto es mejor pensarlo bien antes de meterse con un amigo y si lo hace despídase de la amistad o cásese con él. También si sospecha que le gusta a algún amigo y no lo quiere perder, trátelo mal, demuéstrele lo insoportable que puede llegar a ser, sálvelo y así demostrará que también lo ama.

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